martes, 6 de mayo de 2008

Informe aguas Tenerife

Los caudales de la naturaleza son limitados y en nuestra isla tienen, casi exclusivamente, un origen subterráneo. Es necesario hacer una planificación hidrológica a nivel insular que garantice la disponibilidad de agua para los distintos sectores de nuestra isla. El Cabildo de Tenerife comenzó en 1988 el Plan Hidrológico Insular de Tenerife.
Aproximadamente la mitad del agua que se obtiene en Tenerife se usa en el riego de cultivos. El sector agrícola ha sido históricamente el principal consumidor, aunque en los últimos años viene experimentando un suave descenso.
El segundo lugar en consumo lo ocupan las ciudades y los pueblos. El uso urbano representa aproximadamente el 30 por ciento y aumentará en los próximos años con el crecimiento de la población.
Con unas 150.000 camas turísticas y más de 4 millones de visitantes, el consumo turístico ocupa el tercer lugar con casi un 9%.
Por último, el sector industrial, relativamente poco significativo desde el punto de vista hidráulico, localizado en algunos polígonos y en industrias que desarrollan su actividad dentro de la trama urbana. Las estimaciones apuntan que doblará el porcentaje actual del 3%.
Las aguas superficiales de Tenerife sólo suponen un 2% de la lluvia que cae en nuestra isla.
Las características volcánicas del territorio, con suelos porosos y permeables, hacen que la mayor parte se infiltre en el subsuelo antes de alcanzar el mar.
En nuestra isla captamos aproximadamente el 5% de los recursos hídricos de superficie.
Según los estudios del Plan Hidrológico Insular, en Tenerife hay perforados unos 1600 km. de galerías distribuidos en algo más de un millar de obras.
También se ha confirmado una progresiva pérdida de calidad en las aguas de galería. La extracción a gran profundidad, en zonas volcánicas activas trae consigo un importante incremento en sales disueltas.
La mayor parte de los 430 pozos con que cuenta Tenerife están situados en las medianías y zonas bajas.
La producción de los pozos resulta muy desigual dependiendo de la zona y estación climática.
En los últimos años la perforación de pozos se realiza por lo general con una técnica más sencilla y eficaz: el sondeo.
Desde un enfoque hidráulico, podemos distinguir en el territorio de Tenerife dos situaciones diferenciadas.
Por un lado están las zonas productoras de agua, donde se localiza la mayor parte de las bocas de galería.
Por otro, tenemos las áreas consumidoras. En la franja costera reside la mayor parte de la población y es donde la agricultura de regadío alcanza un mayor desarrollo.
Estas diferencias han llevado al Plan Hidrológico a dividir el territorio en 17 comarcas hidráulicas.
Según datos del Plan Hidrológico, tan solo el 56% de la población de Tenerife está conectada a un sistema de alcantarillado.


REUTILIZACIÓN
El descenso de los recursos tradicionales y el aumento de precio que experimenta el agua han llevado a la introducción de nuevas tecnologías de mayor coste. La depuración de aguas residuales con vistas a su posterior reutilización en el riego es una de ellas.
DESALACIÓN DE AGUA SALOBRE
Otro método para aumentar la disponibilidad de agua consiste en aprovechar los caudales subterráneos de mala calidad debido a su alto contenido en sales.
El Plan Hidrológico tiene prevista la construcción de un total de 17 plantas desaladoras. El líquido pasa a través de una serie de membranas que separan las sales obteniendo un agua de buena calidad.

DESALACIÓN DE AGUA DE MAR
La ubicación costera de los mayores núcleos de población permite localizar en sus proximidades plantas desaladoras con mínimos costes de transporte.